Luego de un paso exitoso por una tienda del CC Tolon Fashion Mall en donde llego a convertirse en socia, esta joven merideña graduada en el área del diseño de moda tiene los meritos suficientes para empezar a laborar en una importante empresa extranjera con tiendas de ropa en el país, tras un exitoso desempeño en sus funciones es llevada a Los Ángeles para que sea ella quien seleccione las colecciones que se venderán en las tiendas ubicadas en Venezuela, finalmente como diseñadora de moda logra que el veinticinco por ciento de la ropa a exhibir en Venezuela sean de sus diseños.
Ante la necesidad y ambición personal de trabajar en un 100% en sus colecciones regresa a Venezuela con el deseo y el empeño de emprender, una vez en su país natal decide instalar su atelier en su hogar y allí realizar vestidos de alta costura, iniciado el emprendimiento se enfrenta a los problemas del país y se da cuenta que es casi imposible cumplir con los estándares del exterior en cuanto a la eficiencia de la confección, los tiempos para el desarrollo de los vestidos eran difíciles de cumplir puesto que cuando no faltaba tela, faltaba el hilo; ante esos obstáculos decide replantear su emprendimiento y gracias a sus conocimientos, experiencia y a un paso fugaz por una empresa de confección de trajes de baños en Brasil, empieza el desarrollo personalizado de trajes de baños para mujeres, fue tan alto la calidad de sus diseños y de los materiales usados que el 100% de su colección fue vendida en el extranjero.
A un año de su emprendimiento Cocoa Swimwear ya cuenta con una oficina y taller, y se encuentra en el proceso de realización de su segunda colección.
Lo importante de esta experiencia es la creencia en el país como lugar de inversión, a no conformarse con los éxitos que se tienen, la ambición de trabajar para obtener mas de lo que tenemos y adaptarse a las circunstancias de nuestro país para poder seguir cosechando éxitos.
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